Tras cinco años de incumplimiento por parte del Gobierno de la Diputación de Álava del mandato de sus JJGG, por fin se ha aprobado la Norma Foral que regula el resarcimiento económico a los afectados del 3 de marzo de 1976 en las mismas cuantías que lo hace la Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo. Esta Norma aprobada es un paso positivo, pero insuficiente y a falta de completar con el expreso reconocimiento, la verdad y la justicia que merecen tanto los trabajadores asesinados como las personas heridas y represaliadas por la actuación de la Policía Armada española al amparo de un Estado dictatorial.
Ya desde un primer momento la Asociación transmitió y dejó claro que dicha Norma Foral debía recoger dos aspectos que considerábamos fundamentales: 1.- Reflejar el expreso reconocimiento y la consideración de todos los afectados de aquella masacre, y 2.- Dar el mismo trato y acogimiento a dichos afectados que el que se daba a las víctimas del terrorismo en la Ley de Solidaridad 32/1999.
Publicado y examinado el borrador de la Norma, consideramos que no quedaba expresado de forma clara el reconocimiento que desde la mayor institución de Araba merecen todos los afectados. Tampoco se amparaba en la Norma a los que sufrieron cárcel y, o represalias a nivel social o laboral. Remitimos a todos los grupos de JJGG unas reflexiones para su consideración e inclusión en la Norma en el sentido expresado anteriormente y otros matices para su discusión: Calificar las muertes de asesinatos, corregir errores de cifras, sustituir la palabra compensación por resarcimiento o resaltar la magnitud e impunidad de la actuación policial, lo estimábamos oportuno. Las enmiendas fueron expuestas en Comisión sin resultado positivo, por lo que se mantuvieron para su debate en el pleno. Nos resulta incomprensible y extraño que gran parte de los calificativos que habíamos aconsejado incluir, eran utilizados con normalidad en las intervenciones por algunos portavoces, pero en cambio no se tenían en cuenta para incluir en la redacción final de la Norma Foral. Expresiones como “asesinato de obreros”, “deuda de reconocimiento para con las víctimas de aquella matanza”, “mismo trato para todas las víctimas”… fueron algunas de las que se utilizaron y que luego serían rechazadas para ser contempladas en el texto final. No se aceptó, incluso, una enmienda en la que se solicitaba el mismo amparo y tratamiento que el que recoge la Ley de Solidaridad, atendiendo a esta ley solamente como referencia de las cantidades a indemnizar.
El resarcimiento económico es un derecho que nos asiste y al que no renunciamos, pero es con todo el menos importante para nosotros. Seguimos apreciando, en muchos estamentos gran reticencia y discriminación a la hora de tratar a todas las víctimas por igual: La ley de Solidaridad, no nos acoge porque da credibilidad a los informes policiales mentirosos de 1976. La Ley de Memoria lo hace de manera parcial y sesgada. La actitud del Gobierno Vasco es todavía más ingrata y cínica, a pesar de tener el reconocimiento como víctimas del terrorismo por parte del Parlamento Vasco, adoptado de manera unánime, no nos ampara en sus leyes de solidaridad y reconocimiento con dichas víctimas.
No valen excusas como la argumentada por el PSOE al decir que con la Ley de Amnistía se impide la revisión o enjuiciamiento de hechos anteriores. Es el propio Auditor Presidente del Tribunal Militar Territorial 4º de A Coruña el que en referencia a los Sumarios de los sucesos de Vitoria nos impide su acceso alegando que “…..las personas que figuran el él no fueron juzgadas y consecuentemente no pudieron beneficiarse, en su caso de la amnistía que posteriormente se acordó por lo que en el momento actual, encontrándose vivas, pudieran ser sometidas a un enjuiciamiento social de sus conductas….” Esta resolución corrobora nuestra idea de que para amnistiar, primero hay que enjuiciar, por lo que continuaremos en nuestro empeño de sentar algún día a los responsables de aquella matanza en el banquillo de los acusados.
Son los gobiernos los que con leyes valientes deben marcar las actuaciones a seguir para, sin ningún tipo de ambigüedad, esclarecer todos los hechos oscuros del pasado y cerrar todas las heridas que aún se mantienen abiertas e infectadas. La Verdad, la Justicia y el Reconocimiento son los antibióticos para lograr desinfectar y cerrar esas heridas. Estos son los objetivos irrenunciables para esta Asociación y por muchas trabas, palos o enjuiciamientos a los que seamos sometidos no nos van a retraer del empeño. Aprovechamos la oportunidad para agradecer los apoyos mostrados hacia la Asociación y a las personas que próximamente serán enjuiciadas. Animamos a la ciudadanía y colectivos a sumarse al manifiesto de apoyo elaborado en ese sentido y que se encuentra disponible en nuestra Web: www.3demarzo.org