ARGENTINA: TAN LEJOS, TAN CERCA
(crónica de la gira de contactos y actividades de Martxoak 3 elkartea en Buenos Aires y Rosario)
“Nosotras también somos vascas y luchamos acá por lo mismo que ustedes allá”
Empezamos esta crónica por el final, porque esa frase fue el broche más solidario que podía tener la gira realizada por Martxoak 3 elkartea. Las autoras de esas últimas palabras son Nora y Graciela. Ellas nacieron en Argentina, pero no olvidan y reivindican sus raíces vascas. Se han acercado a la actividad organizada en Buenos Aires sobre la memoria del 3 de Marzo. Portan carteles con la imagen de su hermana: Adriana Zaldua Angulo, una de las asesinadas por el terrorismo de Estado en la conocida como Masacre de La Plata.
Su foto está rodeada por la de otros siete militantes del Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Nos obsequian uno de los carteles mientras nos cuentan su historia: Septiembre de 1975. Adriana y sus compañeros se dirigen hacia la Petroquímica Sudamericana. Toda la planta de esta fábrica está ocupada por sus obreros en huelga. Llevan su solidaridad activa en forma de dinero. Han organizado una recaudación para apoyarles. Esa será su sentencia de muerte. Mercenarios de la guerra sucia interceptan el grupo. Quieren saber quién más apoya la Huelga y qué estructuras tiene el PST en la zona. Los ocho jóvenes son torturados y ejecutados extrajudicialmente. Terrorismo de Estado para ahogar en sangre la lucha de los trabajadores. Allí también, como en Euskal Herria, la clase obrera fue un objetivo principal de la represión. Se sienten identificadas con nuestra pelea contra la impunidad de la matanza de Gasteiz.
Tan lejos. Tan cerca. Ese emocionante “luchamos acá por lo mismo que ustedes allá” resuena en nuestros corazones. Recogemos su cartel. Nos llevamos su energía por mantener viva su memoria y la nuestra, que en el fondo es la misma.
En las vitrinas de M3MORIA-GUNEA, nuestra sede de Zaramaga, ya está presente Adriana Zaldua. Comparte espacio con otros tantos ejemplos internacionales. Hacemos llegar las imágenes a sus hermanas y nos responden en nombre de todas las familias atravesadas por ese crimen: “cuánta emoción que los compañeros de la Masacre, en este mes que se conmemoran 48 años de su asesinato, estén allí. La lucha por la Memoria, Verdad y Justicia nos une”. Esa es una de las mejores lecciones de esta experiencia transoceánica. Aprender, compartir y tejer alianzas para seguir avanzando.
Terrorismo de Estado, antes y después de 1976
El ejemplo anterior de la masacre de La Plata ayuda a poner el foco en otro elemento común que hemos identificado en esta gira de contactos. Siempre decimos que la matanza del 3 de marzo de 1976 en Gasteiz no es un hecho aislado. No fue ni el primer ni el último crimen de Estado, lo enmarcamos en una estrategia represiva que viene de muy atrás y que continúa después. De alguna manera en Argentina pasa lo mismo.
No se puede entender la maquinaria sistemática de terror puesta en marcha por la Junta militar que llegó al poder tras el golpe que impuso una dictadura entre 1976 y 1983, sin tener en cuenta el periodo anterior. Entre 1973 y 1976, durante los gobiernos teóricamente democráticos de Juan Domingo Perón y María Estela Martínez de Perón, desde las estructuras del Estado se puso en marcha un plan de exterminio que asesinó militantes de izquierda, artistas, sacerdotes, intelectuales, políticos estudiantes, historiadores y sindicalistas. El plan lo ejecutó la estructura parapolicial Triple A (Alianza Anticomunista Argentina). Perpetraron cientos de ejecuciones sumarias y desapariciones forzadas de personas.
Rodolfo Almirón Sena fue uno de los jefes operativos de esa Triple A que sembró el terror en Argentina. Se refugió en España y allí fue guardaespaldas de Manuel Fraga Iribarne (ministro al mando de la policía que masacró la asamblea obrera en Zaramaga el 3 de marzo de 1976). Este es un dato que no ha pasado desapercibido en nuestras conversaciones con familiares de víctimas de la represión de ese periodo como tampoco el de la participación de este sicario en los asesinatos de Montejurra, en mayo de aquel mismo año.
También hay casos anteriores a la creación de la Triple A (1973) que son catalogados y reconocidos oficialmente como Terrorismo de Estado. Por esa razón, En Buenos Aires, en el Monumento a las Víctimas del Terrorismo del Parque de la Memoria se incluyen nombres relacionados con el accionar represivo perpetrado por el Estado, de momento correspondientes al período 1969-1983. El listado está elaborado a partir de los casos denunciados ante la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas (CONADEP) y los denunciados posteriormente ante autoridades competentes como la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación y ante el Poder Judicial.
Por lo tanto, en Argentina prioriza la tipología de vulneración perpetrada por el Estado frente a la fecha en la que se ha cometido. Una referencia internacional importante para revertir la realidad discriminatoria que sufren las víctimas de la violencia de Estado en Euskal Herria, que dependiendo la fecha en la que fueron represaliadas, torturadas o asesinadas se pueden acoger a una ley, a un decreto… o no tienen ningún derecho reconocido.
Memoria, Verdad y Justicia: del “Villazo” al “Vitoriazo”
La acogida a la delegación de Martxoak 3 elkartea en el Museo de la Memoria de Rosario fue inmejorable. La dirección del centro además de explicar el recorrido de este espacio pionero que ha cumplido recientemente 25 años, también escuchó atentamente el recorrido por la memoria del 3 de Marzo realizado en Gasteiz y la situación actual de injusticia derivada del modelo español de impunidad. En contraposición a nuestra realidad nos informaron sobre los últimos avances judiciales en materia de juicios a los responsables de crímenes de la dictadura argentina. En concreto, en Rosario, nuestra estancia coincidió con la sentencia judicial que ha condenado a prisión perpetua a 16 ex militares, ex policías y civiles por crímenes de lesa humanidad contra 81 personas, de las que más de la mitad fueron asesinadas o permanecen desaparecidas. Este ya es el juicio número 14 que se realiza en Rosario y ahora mismo hay en marcha otros 15 procesos por delitos de lesa humanidad en toda la Argentina.
Tras el encuentro con la dirección del museo, asistimos a una actividad sobre un nuevo caso que por fin ha entrado en fase judicial. Allí se conoce como el “Villazo”. Añadir el sufijo “azo” a las localidades es una manera de definir procesos insurreccionales conocidos también como puebladas que se dieron desde finales de los años 60 hasta mediados de los setenta: Cordobazo, Correntinazo, Rosariazo. En este caso es Villazo, porque fue en Villa Constitución (a 55 Km de Rosario). Clase obrera, estudiantes y sectores populares unidos, organizados y movilizados durante varios días e incluso semanas, ponen contra las cuerdas al sistema establecido. El Estado responde con todo su accionar represivo para ahogar en sangre ese proceso y da un brutal escarmiento al conjunto de la sociedad. La secuencia nos resulta demasiado conocida.
Ahora, casi 50 años después, 24 acusados se sentarán en el banquillo por aquel ensayo genocida iniciado en 1975. 69 víctimas se han personado en esta causa, son trabajadores, militantes políticos y vecinos que apoyaron aquel proceso huelguístico salvajemente masacrado. A esta causa le llaman “Villazo”. Desde Martxoak 3 elkartea escuchamos sus testimonios y nos reflejamos en su lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia. Las similitudes son tantas que, en las conversaciones con los protagonistas de aquel proceso surge el concepto “Vitoriazo” para definir lo que ocurrió en la capital alavesa en aquellos días de 1976. “Lo de Vitoria fue un Vitoriazo como el Villazo”, nos dicen. La lucha es la misma. La diferencia sigue siendo la impunidad.
Construir (y excavar) Memoria en el lugar del crimen
“Club Atlético” es el nombre por el que se conoce a uno de los muchos centros clandestinos de detención, tortura y exterminio que operaron en la última dictadura argentina. En 1977 allí permanecieron secuestradas aproximadamente 1500 personas, perseguidas por su militancia política, social y sindical. La mayoría de ellas continúa desaparecida. “Club Atlético” estaba en el centro de Buenos Aires, hoy es un Espacio para la Memoria y Promoción de los Derechos Humanos, como muchos otros lugares de represión. Pero tiene una particularidad respecto a los demás. El edificio fue demolido para construir una autopista y el sótano en el que se perpetraron los crímenes de Estado quedó sepultado por una montaña de tierra.
A partir de 1983, supervivientes junto a colectivos sociales comenzaron a señalizar y reivindicar la recuperación del espacio. Tras muchos años de dificultades e incluso represión contra el movimiento memorialista, por fin se implicaron las instituciones y en 2002 se iniciaron las excavaciones arqueológicas. Con la excavación fue posible encontrar restos de los tabiques divisorios de las celdas con inscripciones de los detenidos. La más legible es una que reza “Ayúdame Señor”. También se han encontrado materiales relacionados con el depósito de suministros policiales, fragmentos uniformes, zapatos, porras, restos de ropa, envases de plástico, botellas, monedas e incluso se encontró una pelota de pimpón debajo del ascensor. Algo que coincide con los testimonios de los supervivientes que recuerdan oír durante su secuestro un martilleo desconcertante. Ahora saben que era el sonido del tenis de mesa al que jugaban sus torturadores en su tiempo de descanso.
El proyecto arqueológico sigue en marcha. Abierto por obras, nos dijeron. Igual que en la catedral de Vitoria-Gasteiz, añadimos. Efectivamente, las encargadas del espacio con las que tuvimos el lujo de conocer el trabajo que desarrollan, nos hablaron de esa referencia vitoriana como ejemplo a seguir en su caso. Arqueología aplicada al Terrorismo de Estado, injusticia expuesta a la investigación permanente y abierta al público. Ese es un planteamiento que nos conecta directamente con la memoria del 3 de Marzo. De hecho, en esta visita participó también el arqueólogo Josu Santamarina, integrante de Memoria Gara, la iniciativa que trabaja desde 2018 por construir un Espacio de Memoria en la iglesia de San Francisco de Asís masacrada por la policía en 1976. Entre las muchas propuestas de Memoria Gara hay una que propone llevar a cabo en Gasteiz un estudio arqueológico del edificio tiroteado por la policía. Esta intervención incluye sondear el antiguo el antiguo foso exterior de la iglesia. La referencia “Club Atlético” se nos queda bien grabada y además de un gran aprendizaje, nos llevamos la mochila cargada de solidaridad y un compromiso firme de seguir colaborando.
Memoria Osoa <> Memoria Completa: la metáfora del espejo
La escritura siempre se invierte en el espejo. Algo así ocurre con nuestra memoria en Argentina. Las víctimas del Terrorismo de Estado vivimos realidades idénticas en la represión, pero opuestas en el tratamiento que reciben por parte de los estamentos públicos. Esto no quiere decir, ni mucho menos, que allá no haya sectores negacionistas que blanquean la dictadura. Utilizan la conocida “teoría de los dos demonios” para justificar el genocidio puesto en marcha de manera sistemática y continuada por la maquinaria del Estado. El discurso de estas entidades vinculadas a la ultraderecha pone al mismo nivel las 30.000 desapariciones forzosas perpetradas por el Estado con la violencia guerrillera que practicaban organizaciones revolucionarias clandestinas. La política de Estado ahora vigente en Argentina no permite semejante equilibrio, pero hay sectores que lo defienden. Se les llama negacionistas. Las asociaciones de Derechos Humanos y las organizaciones sociales responden en la calle y boicotean sus actos.
En una paradoja semántica para nuestros oídos, estos negacionistas argentinos reivindican su discurso con el lema “Memoria Completa”. En Euskal Herria, sin embargo, esa situación se invierte, como la escritura en el espejo. Aquí “Memoria Osoa” es la bandera de las víctimas de la violencia de los aparatos del Estado español que abandonadas, discriminadas e incluso criminalizadas por las políticas públicas, exigen reconocimiento oficial. Qué ilustrativo para visualizar lo lejos que está Euskal Herria de Argentina y la razón por la que hemos tenido que cruzar el charco para buscar justicia en los tribunales de Buenos Aires.
Reflexionamos acerca de esta paradoja, de esta búsqueda de la justicia invertida. Por eso estar junto al equipo jurídico de la querella argentina contra los crímenes del franquismo, ha sido uno de los momentos más interesantes de la charla que dio Martxoak 3 elkartea en el salón de actos de la Asociación de Abogados y Abogadas de Buenos Aires. Las personas que nos escuchan levantan una ceja cuando oyen por primera vez el concepto “Memoria Osoa / Memoria Completa”.
Todo se aclara con la explicación y se refuerza la denuncia del modelo español de impunidad, porque el discurso que blanquea la dictadura, considerado negacionista en Argentina, es en muchos aspectos el relato oficial en las políticas públicas del Estado español.
Ese espejo es demoledor, pero también queda un mensaje de alerta que sirve tanto para allá como para acá. Las políticas públicas en defensa de los derechos de las víctimas del Terrorismo de Estado necesitan un blindaje social. No es suficiente con publicarlo en el Boletín Oficial, tiene que existir un tejido social que defienda su cumplimiento. De lo contrario, un cambio de gobierno puede revertir esa legislación. Esta idea es compartida por los asistentes a la charla, en Argentina existe un riesgo real de que eso ocurra. Apenas 48 horas después, la candidata ultraderechista a vicepresidenta Villarruel (del partido La Libertad Avanza, ganador de las elecciones primarias) convocaba un acto negacionista en nombre de la “Memoria Completa” que fue respondido por organismos de Derechos Humanos, agentes sociales y partidos de izquierdas. La Memoria se defiende en todos los frentes. Esa batalla se da en todos los sitios.
Video de la charla de Martxoak 3 elkartea en Buenos Aires (31/08/2023):
La lucha continua, la lucha continúa
La Querella argentina sigue abierta. El equipo jurídico trabaja desde allá y hemos podido agradecérselo en persona. Llevamos muchos años denunciando la masacre y abrir una causa judicial en los tribunales es un punto de inflexión que nadie podrá borrar jamás de nuestra historia. Avanzaremos y celebraremos las pequeñas victorias junto a todas las entidades y personas que nos acompañan. Seguiremos tejiendo redes de solidaridad. Compartiremos experiencias y aprenderemos cada día. La lucha continúa. Esa es la lección argentina para Martxoak 3 elkartea.
Por último, un recuerdo para la memoria de Jesús Fernández Naves (1934-2021), eterno militante, protagonista y represaliado en el proceso de Huelgas de Gasteiz en 1976. Su figura nos acompañó en este viaje, porque él pasó una buena temporada en Argentina. Vivió acá, alejado por un tiempo de la represión franquista que conoció de primera mano tras ser condenado por su implicación con el movimiento obrero asturiano. Más tarde volvió a Europa y se instaló en la capital alavesa. En la Argentina ayudó a los humildes, a las personas más necesitadas, en aquellos años setenta tan convulsos en aquel país como en el nuestro. Y aprendió de aquellos procesos. Se los trajo también en su maleta. Por eso participó en primera línea en las luchas obreras de Gasteiz masacradas aquel 3 de marzo de 1976. Que sirva por lo tanto esta crónica de Martxoak 3 en Argentina como un humilde homenaje a él y a todas las personas que como él, han luchado y luchan cada día por la Justicia Social.