Artículo de Oier Azkarraga
La dignidad es una de esas cualidades raras entre la gente, una cualidad extraña que de vez en cuando toma forma con nombres y apellidos y se expresa de la mejor manera que puede, que es la dignidad revolucionaria.
Hoy, la dignidad revolucionaria ha tomado nombre y apellido, se ha encarnado en Andoni Txasko. Andoni, gran amigo y compañero, es victima del fatídico atentado del 3 de marzo de 1976, atentado contra la vida de 5 trabajadores, la integridad física de cientos de ellos y el orgullo de clase.
Hoy, Andoni, ha sido juzgado junto con otras dos victimas en el juzgado reaccionario de Gasteiz, a consecuencia de un atestado y atentado criminal ocurrido el 3 de marzo de 2006, 30 años después de los terribles sucesos de Gasteiz, por los mismos perros con distinto collar.
Una marcha ha recorrido el tramo que separa el monolito del 3 de marzo, con los juzgados de Gasteiz, una marcha de silencio orgulloso, para acompañar a nuestros amigos hasta aquella cárcel de justicia, en la que tenían que declarar como imputados.
El gesto de Andoni, hoy cuando entraba en el juzgado, recordaba a la imagen recogida por los medios de comunicación aquel 3 de marzo de 2006, mientras la policía lo introducía en un coche, puño en alto se ha despedido de todos los allí presentes, en un gesto que recoge a la perfección la vida e historia de Andoni.
Andoni, fue apaleado hace ya más de 33 años y a consecuencia de los golpes perdió casi toda la visibilidad. 30 años más tarde, Andoni fue una vez mas golpeado brutalmente, por unos policías que hoy en el juicio casualmente no recordaban nada. Es posible que ellos no recordasen nada, pero que tengan claro que el pueblo no olvida, el pueblo recuerda cada uno de los ataques sufridos, y el día que podamos implantar la justicia revolucionaria, les haremos pagar por cada uno de sus crímenes.
Andoni, llevas toda una vida luchando por la justicia, aquel día, hace 33 años estabas allá luchando por lo que creías justo, por lo que creemos justo, llevas 33 años pidiendo reconocimiento, 33 años de lucha revolucionaria no solo porque no se olviden aquellos hechos, también por el mundo más justo por el que se luchaba entonces. Por eso tú eres el que más te mereces hoy ser la dignidad personificada, tú y tus compañeros Josu Ormaetxea y Aitor Fernández de Ortega, sois esa dignidad, y por eso, por encima de quien haya firmado y quien no haya firmado el documento, tenéis la admiración y el apoyo de toda la clase trabajadora de Gasteiz y del mundo.
Esperamos que como vosotros mismos habéis expresado más de una vez, no tengamos que esperar otros 33 años para obtener justicia por los hechos del 2006, esperamos que ese tribunal al servicio del gobierno, por una vez cumpla el trabajo para el que fue diseñado e imparta justicia. Pero saber que sea cual sea el veredicto, el Pueblo esta con vosotros, HERRIA ZUEKIN!