El pasado día 10 moría en Gasteiz José Luís Bóveda Zalduendo, víctima de una grave enfermedad. José Luís fue uno de los muchos trabajadores que resultó herido de gravedad en la actuación asesina de la Policía en la iglesia de San Francisco de Vitoria-Gasteiz el 3 de marzo de 1976. Siendo desde siempre una persona luchadora y comprometida con la clase trabajadora, peleó por la consecución de unas libertades y unas condiciones de trabajo dignas para los obreros, dedicando los últimos años junto a otros afectados de aquella masacre y desde la Asociación de Víctimas del 3 de Marzo a exigir verdad y justicia sobre unos hechos cuyos responsables siguen en la más completa impunidad. Desde su cama del hospital en la que se encontraba después de ser tiroteado, tuvo que soportar, ironías del destino, la visita de sus propios verdugos, Fraga y Martín Villa, prometiendo justicia y esclarecimiento. Un Fraga que fue el máximo responsable e inductor de aquella actuación policial, y que en declaraciones no muy lejanas la calificaba de “actuación no excesiva”. Un Fraga que fiel a su pasado y presente franquista sigue reclamando la intervención del Ejército español para cortar en Euskal Herria cualquier atisbo de soberanía. José Luís, así como muchos de nosotros, éramos y seguimos siendo escépticos con respecto a la justicia y con quienes la imparten. No podemos creer en una justicia que tiene dos varas de medir. Mientras por un lado persigue, encarcela, e ilegaliza o cierra toda opción política, sindical, cultural, periodística, social…. encaminada a crear unas instituciones propias e independientes, a potenciar una lengua perseguida y maldita durante años como es el euskera, a denunciar la injusticia social, en definitiva a establecer unas condiciones mínimas que permitan a un pueblo desarrollarse como tal, por otro, condecora e indulta a torturadores condenados por horribles crímenes, deja impunes a los responsables de la guerra sucia y de los GAL, o mira hacia otro lado ante denuncias de torturas con relatos verdaderamente escalofriantes. Tú José Luís, no creías, ni nosotros creemos, en una justicia que continuamente nos pone todo tipo de zancadillas a las iniciativas planteadas ante los tribunales para investigar y esclarecer aquella matanza. A pesar de todo mantenemos la esperanza de que algún día se reconozca la actuación terrorista protagonizada por las fuerzas de orden público al mando de Fraga Iribarne y bajo un poder dictatorial establecido. Recuperar la memoria histórica y esclarecer los puntos oscuros de la historia de un país, es deber de todo gobierno mínimamente democrático, y su labor debe ir encaminada a conseguir esos logros. Algunos, como tú José Luís os habéis ido sin poder ver colmadas las ansias de justicia, pero ten por seguro que el camino que iniciamos junto a ti no lo vamos a abandonar. Retomamos si cabe con más fuerza la lucha emprendida y no cejaremos hasta ver logrados nuestros objetivos. Agur eta ezkerrik asko, José Luís
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